Entrevista
a Luis Romero

Por
Marianela Alvarez
marianela@prensaartistica.com.ar
“Ser
sinceros es una ilusión, el centro dice primero yo”
El director reestrenó junto a los actores de su
compañía, “Actos Únicos, Atti Unici”, una obra que conjuga mini piezas
del escritor italiano Mario Fratti. A continuación su visión sobre la
obra.
-¿Cómo se definen los ´actos únicos´?
-El Atti Unici, es un estilo italiano que se define por
piezas breves que no poseen intervalos, y que no duran más de 20 a 30
minutos. En ellos los personajes poseen comportamientos y condiciones
particulares y la situación termina desencadenándose de manera insólita,
rápida y precipitada. Un ejemplo clásico es “Seis personajes en busca
autor”, aunque es más extensa. En el caso de Fratti, las piezas se
enmarcan en la sociedad norteamericana de los 80´, y hace lupa sobre la
hipocresía, sobre la necesidad de evitar demostrar el verdadero ser, en
ese mundo competitivo. Para esa época, esta situación era todo un
descubrimiento, pero si la llevamos a la actualidad, este tipo de
personajes pueden aparecer en cualquier ciudad del mundo. El contexto es
Nueva York, pero podría ser cualquier otra urbe. En cada pieza se
muestran los conflictos internos y las patologías de esos personajes.
-Hay una idea que sobrevuela a todas…. la sinceridad
-A mi me gusta indagar en ese tópico, ya que al parecer
ser sincero es imposible, porque atentaría contra el propio egoísmo. La
sociedad nos exige. Pero ser sinceros es una ilusión, el centro dice
primero yo.
-Una de las piezas justamente se llama sinceridad. ¿Qué
trabajaron en ella?
-En ese acto se muestra una mujer que a través de un
juego patológico de insistencia prueba su método, que al parecer es
infalible. De esta manera, dependiendo del resultado, se entrega o no a
las relaciones con los demás. Sin embargo, sobre el final esa exigencia
del ser absolutamente sincero llega a ser un poco distorsionada, raya la
patología.
-Contame sobre ´Porno´
-Aquí se muestran los prejuicios, las mentiras y el
pasado en una relación de pareja. Plantea como podemos juzgar el
pretérito de alguien sin mirarnos a nosotros mismos. Una mujer que vaya
a saber uno por qué, realizó en el pasado películas porno es descubierta
por su marido, quien se siente defraudado e indignado con ella. Sin
embargo, su propia traición es en la actualidad, en el contexto en el
cual encuentra ese film.
-El cierre es fuerte. ¿Qué patología se exacerbó en
¨Fuego´?
-En esa pieza se demuestra el espíritu del psicópata y
una situación casi metafísica: que el simulador puede ser muy bueno,
hacerse pasar por el cordero, y en realidad ser el lobo. Lo que me
interesó trabajar fue el accionar del simulador, y así sorprender al
espectador, quien al principio ve una relación de dos personas que se
gustan. En realidad, uno de esos personajes tiene una personalidad
turbia y una habilidad impecable para moverse. El móvil tiene que ver
con una obsesión por lo racial.
En unos meses, vamos a incorporar dos mini piezas más,
´El suicidio´ y ´El canguro´, ambas con connotaciones fuertes.
Para conocer más de esta obra, todos los domingos a las
20 hs. se presenta en el Estudio Luis Romero, Freire 329. Pueden
reservar sus entradas por teléfono.
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