25/02/08

El análisis de LOS OSCARS 2008
Por Elsa Bragato

El show de los Oscars duró poco más de tres horas, un tiempo fantástico si tenemos en cuenta el material de recuerdos, que tuvieron el time justo: un minuto y monedas, ideal en televisión. Solo que a los argentinos nos pareció más y nuestro reloj pareció marcar más por el adelanto de la hora. La conducción de Jon Stewars fue “hasta ahí”, no suele conformarnos, especialmente por sus chistes que suenan, a veces, muy fuertes. No obstante, la platea hollywoodense se ríe con educación y nadie abandona su butaca, muy diferente a lo que sucede en nuestro país.
Vamos a dar nuestra modesta opinión sobre algunos rubros que consideramos importantes: la mejor película venía ya “cantada”, y fue la de los hermanos Cohen, “No country for old men”. También el Oscar para mejor director recayó en las manos de los famosos hermanos.
No nos pareció muy acertada la elección del film. Si bien tiene una gran creación de clima, muy buen montaje, y un personaje como el de Javier Bardem que da miedo (su transformación en psicópata ha sido más que plausible), queda desdibujado uno de sus oponentes, el policía encarnado por Tommy Lee Jones. Y el final del film se desarticula. Es decir, como guión es lineal, no hay “carnadura” literaria ostensible, y esto siempre debilita la historia. Mucho suspenso, mucha sangre, una gran actuación de Bardem, similar a la que realizó en “Los fantasmas de Goya” de Milos Forman. En cambio, “Petróleo sangriento” tiene mucho sustento de guión, además de una fotografía encomiable. Los personajes sufren algo más que la pura violencia, hay allí relaciones filiales en juego, enfrentamientos religiosos, además de la búsqueda de petróleo. Los sentimientos de ambición, la codicia por sobre la desgracia de un hijo, en fin, muchos subtemas que logran un desarrollo fantástico.
Respecto del premio a la mejor actriz protagónica, también tenemos algo que decir. Fue un rubro muy difícil. Quienes allí aparecieron nominadas, tenían con qué pelear el Oscar de la noche. Quizás, un poco menos la joven Ellen Page, de “Juno”. La entrega del premio a la francesa Marion Cotillard, de La vie en Rose, nos pareció exagerado. En primer lugar, se trata de una actriz francesa que acaba de ganar el César por ese rol. Y los Oscars son premios para la industria norteamericana. Para premiar a los extranjeros está el rubro “Mejor película extranjera”. Aquí se mezcló todo y fue realmente un premio inmerecido si nos atenemos a que estábamos en Hollywood y que era un galardón para la industria norteamericana de todo un año.
En cuanto a la Música Original, si bien estuvo bien dado a Darío Marianelli, un gran compositor, realizador de la partitura de “Atonement”, resultó más que llamativo que no apareciera nominado el musical “Sweeney Tood” de Steven Sondheim, que es una maravilla de orquestación con, incluso, canciones para ser también nominadas, como “Johanna”. De buena fuente, sabemos que el mundo musical de allá y de aquí se acuna en fuertes envidias. De allí que un John Williams no reciba un solo Oscar desde 1993. Y que Gustavo Santaolalla haya recibido dos seguidos, un hecho insólito que ni Ennio Morricone, con su trayectoria, tuvo jamás. Solo un Oscar honorario.
En Hollywood se cuecen muchos lobbies, fortunas en juego para que determinada empresa gane el preciado premio. Y esto ha sido más que claro este año en varios rubros, como los que aquí mencionamos. Dicen que Julie Christie quedó triste y que George Clooney, muy decepcionado. Me pregunto qué pensarán, qué sentirán un Wilkinson (Michael Clayton), por ejemplo, un Johnny Depp (Sweeney Todd), nominado casi siempre pero un gran perdedor de los Oscars, siguiendo el camino de un excelente actor como Ed Harris, uno de los más olvidados de la fiesta de Hollywood.
Finalmente, respecto de la canción que obtuvo el Oscar, perteneciente al film “Once” que dudamos de que se vea en la Argentina, no fue la más ilustrativa del talento musical. Las mejores fueron las canciones correspondientes al film “Encantada” y “Raise it up”, de “Arthur Rush”, una película conmovedora.
Hasta la próxima!!!!!
Elsa Bragato

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