Guns N' Roses, la banda estadounidense que fue furor en la década del noventa, regresó a nuestro país luego de 17 años y se presentó en el estadio de Vélez Sarsfield ante 50000 personas. Con Axl Rose a la cabeza, desplegó un show espectacular. Fue una noche plagada de nostalgia y buena música. Entre clásicos inoxidables como "Don`t cry”, "Sweet child o` mind”, "You could be mine” y el festejado "Patience” -que comenzó con un guiño al tango "Por una cabeza”-, algunos títulos de su último trabajo "Chinese democracy” (2008) y una breve versión de "The Wall”, Axl se impuso desde su singular voz y secundado por una banda impecable y aceitada.
Fuera del plano musical, el líder y único miembro original del grupo tuvo que hacer tres interrupciones en su show, ya que al escenario fueron arrojados diferentes objetos peligrosos, desde botellas hasta pedazos de piso del estadio. El concierto terminó pasada la madrugada tras dos horas y media de buen rock (Fuente: MDZ)