Se cumplen tres décadas del fallecimiento del gran Luis Sandrini, uno de los actores más populares del espectáculo argentino, luego de una extensa carrera en el cine, el teatro, la radio y la Televisión.
Sus comienzos habían sido en el circo Rinaldi como payaso, para luego incorporarse a la compañía de Enrique Muiño y Elías Alippi, en la que alcanzó una importante repercusión en la pieza "Los tres berretines", de Malfatti y De Las Llanderas, que luego fue llevada al cine. Su debut en la pantalla grande fue en 1933, con "Tango", de Luis Moglia Barth, considerado el primer título sonoro nacional, y donde acompañaba a diversas luminarias, entre ellas a Tita Merello, su pareja de entonces. Conquistó al público de nuestro país, del continente y aun el español con un estilo único, que mezclaba el humor con lo sentimental y que era el espejo de una sensibilidad más bonaerense que porteña, hecha de ingenuidad y picardía. Se lo comparaba con el mexicano Mario Moreno "Cantinflas" y se decía de él que era el Chaplin argentino.
En uno de sus últimos reportajes expresaba "Estoy conforme con mi vida porque hice todo lo que sentí y porque trabajé durante 50 años respetando al público. Soy un cómico sentimental, hacer lo que hago me ayuda a vivir". (Fuente: MDZ)